El suroeste antioqueño se ha caracterizado por su cultura cafetera, una parte esencial para los habitantes de Jericó. Por eso, con la sede de la Asociación Café, Carriel y Arrieros, los sabores de esta tierra tendrán la oportunidad de convertirse en un referente.

Esta asociación, que hoy cuenta con treinta y seis miembros, tiene entre sus múltiples beneficios un laboratorio para analizar las muestras de café que se producen en la zona. Esto, además de agilizar los procesos en el municipio, permitiría que los asociados estudien sus productos de forma física, es decir que se tomen en cuenta aspectos como la humedad, defectos y factor de rendimiento, y que realicen pruebas sensoriales por medio de la cata, que es una fuente de información vital para conocer qué problemas se tienen con el sabor del café y cómo se pueden corregir a tiempo.

“El productor lleva su muestra, se le recibe, se le etiqueta y se le hacen las pruebas, incluso él puede estar en ese momento, puede catar su café. Al final se le entrega una ficha con el análisis físico y el análisis de taza”, comenta Natalia Mejía, Gerente de Mastercol, firma exportadora que apoya el proyecto.

Mejía asegura que la asociación, además de analizar el café, que es fundamental para conocer y clasificar el grano, brindará capacitación a los productores para aprovechar las bondades del laboratorio, pues es importante que sean ellos mismos quienes desarrollen esas habilidades. “Es importante el tema del entrenamiento, porque describir un café requiere práctica. Varios de los miembros de la asociación ya han tenido cursos, han catado y han tostado. Esa es la parte más bonita”, asegura Natalia, quien lleva tiempo en el mundo del café. “Eso se hace casi que con el día a día, se cucharea toda la vida para desarrollar una memoria sensorial”, afirma.

Por lo pronto, el laboratorio, que está próximo a entrar en funcionamiento, cuenta con un equipo de

tostadora de muestra y molino, además de tazas, cucharas y bandejas para realizar las catas. Los asociados podrán catar sus productos y los caficultores externos que deseen conocer la calidad de sus productos pueden hacerlo pagando por el servicio. “El objetivo es que la asociación sea totalmente independiente, al final nosotros terminaremos siendo un cliente y ya. La idea es que se fortalezca y que pueda ser autónoma con sus procesos con la gente del territorio”, concluye Mejía.

La asociación Café, Carriel y Arrieros es una iniciativa de la Fundación ProJericó, que ha venido trabajando con los caficultores del municipio desde 2019.

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